El arte del fitting en los World Tour de Gobik

Inma siempre lleva un metro en su equipaje, pero no sólo eso: “Para los fitting de equipos del World Tour llevamos maletas muy grandes, con más de 250 prendas entre maillots y culottes, tanto cortos como largos, junto a chaquetas, monos, ropa para crono, manguitos, rodilleras, perneras, guantes…”. Además de todo esto, les acompañan portátiles y móviles para grabarlo todo.

Inma Hernández, nuestra anfitriona en este viaje, trabaja en el equipo de fitting de Gobik. Lo hace integrada en un grupo de seis personas. Aquí se cuentan las patronistas, Alicia, Marisa, Miriam y nuestra protagonista, la responsable del equipo, Inma, con la supervisión y el “ojo ciclista” de Alberto García, uno de los CEO de Gobik.

Pero ¿qué significa exactamente la palabra fitting?

“En moda, el término "fitting" se refiere al proceso de ajustar la prenda en el cuerpo de una persona, para asegurarse de que queda correctamente. Es un proceso esencial para garantizar que la prenda tenga la forma y las dimensiones adecuadas para la figura del corredor, brindando comodidad y estética”.

“Los elementos clave que se evalúan durante un fitting son la longitud de las mangas, cuerpo, perneras, así como el ancho de todas las prendas” nos relata Inma.

El proceso

A diferencia de otras partes de la producción, el trabajo de fitting tiene un enemigo claro en la lucha contra el tiempo: “El desarrollo de las prendas del World Tour requiere lo mismo que el desarrollo de cualquier colección de Gobik, con el ''hándicap'' de que tenemos menos tiempo para realizarlo, pues el uno de enero tienen que estar todas las prendas fabricadas y hasta octubre no empezamos los fitting”.

Octubre es el mes de viajes, pero antes “tenemos que generar toda la documentación necesaria: definir qué modelos necesitan los equipos, preparar kits de tallas y generar todas las fichas individuales de cada corredor”.

En esencia es un trabajo muy similar al que se realiza en Custom Works: “Desarrollamos el patrón en tallas base (2XS, XS, S, M), se lo pasamos a nuestros compañeros de diseño para ponerle el gráfico”.

Luego, el proceso habitual para cada prenda: corte - calandra - vinilado -preparado - embalaje.

La finura del trabajo llega hasta extremos importantes: “Tenemos un gráfico especial para fitting que nos permite medir por centímetros el ajuste del corredor”.

El momento entre los ciclistas

Ya en la sala con los corredores “montamos una especie de showroom -prosigue Inma- con todas las prendas perchadas, por tallas y tipo de uso. Solemos tardar algo más de media hora por corredor”.

Aquí prueban maillot y culotte, según las tallas que suelen llevar, y sobre esto se toman las medidas del ciclista siguiendo todos los parámetros posibles: pecho, cintura, cadera, talle, ancho espalda, longitud manga larga, longitud manga corta, largo pernera, ancho contorno brazo y ancho contorno muslo.

De esta manera, se van probando todas las prendas, empezando por las interiores y la equipación de carrera, para terminar con las prendas de entrenamiento, invierno y accesorios.

Un detalle importante: “Al ser prendas que tienen que quedar como una segunda piel, las probamos sobre la bici”.

El resultado

Un buen fitting “permite perfeccionar y adaptar de manera óptima la prenda a los diferentes ciclistas para que resulte favorecedora, cómoda y se ajuste bien a la forma única de cada ciclista. También se consigue mejorar la aerodinámica; a menos arrugas, menos turbulencias en el aire y mejor aerodinámica se obtiene”.

Detrás del fitting

Inma nos recuerda que “hacemos todo esto en paralelo al desarrollo de las próximas colecciones de Gobik, así que puedes entender que nuestro día a día es bastante dinámico, con reuniones semanales para que todas las personas involucradas en los diferentes proyectos estén en sintonía”.

Todo en un ambiente que es muy bueno. “Siempre viajamos las mismas seis personas, nos conocemos y estamos bien organizadas para que el trabajo sea rápido y eficaz. Además, los ciclistas y todos los equipos nos tratan muy bien”.

Unas cifras que explican el volumen de trabajo: “En el último fitting del Movistar tallamos a unos 40 ciclistas y en el del FDJ a 14. Son muchos corredores en poco tiempo, pero al tenerlo todo bien preparado suele ser bastante ágil”. Eso sí, “en cada fitting hay algo nuevo que nos sorprende y con lo que aprendemos. Es muy interesante por obtener el feedback directo de los ciclistas sobre el producto”.

El trabajo que nunca finaliza

“Toda la información que preparamos se actualiza durante toda la campaña, pues muchos ciclistas pierden hasta una talla al final de la temporada, para ello es fundamental conocer el peso de los corredores durante todos estos meses”, precisa Inma.

En esta rueda que no para, recuerda que “a mitad de temporada creamos alguna prenda nueva para el Tour de Francia o La Vuelta. Como tenemos la medida de cada corredor, vamos sobre seguro en el ajuste del patrón”.

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